Como capital de Dinamarca, Copenhague es la ciudad más poblada del país. Por ello, los mayores atractivos turísticos se concentran en esta zona. No obstante, los paisajes se tornan más verdes y menos metropolitanos a medida que nos alejamos del bullicio, prestando lugares y vistas increíbles a pocos kilómetros de la capital. Para descubrirlos, échale un ojo a esta guía sobre que ver en los alrededores de Copenhague.
Índice
Qué ver en los alrededores de Copenhague
Norte de Copenhague
Klampenborg
Esta localidad, perteneciente al municipio de Øresund, se encuentra al norte de Copenhague, a 20 minutos del centro neuráligico de la capital. En ella podemos encontrar el parque de atracciones más antiguo del mundo, una de las mejores playas de Copenhague, así como grandes zonas verdes donde pasear e incluso ver algún que otro ciervo.
- Cómo llegar: Desde Nørreport, coger el S-train dirección Klampenborg (líneas A y C).
Parque de atracciones Bakken
Aunque el parque más famoso de la capital es Tivoli, como comentaba en mi artículo qué ver en 3 días en Copenhague , el parque de atracciones Bakken es el más antiguo del mundo, y se encuentra ubicado en mitad del parque forestal Dyrehaven. Sus comienzos se remontan al S. XVI, cuando la gente comenzó a transitar el lugar como zona de descanso y ocio gracias a unas fuentes de agua que se descubrieron en el lugar. Poco a poco, los espectáculos fueron surgiendo como forma de entretener a los transeúntes hasta acabar formando el parque que se puede visitar hoy en día. Actualmente mantiene una estética pintoresca, en la que la madera sigue siendo protagonista, alejándose de los típicos parques de atracciones actuales. No obstante, el parque está pensado para toda la familia, con más de 100 atracciones entre las que destacan montañas rusas, carruseles o juegos de tiro al blanco.
Parque forestal Dyrehaven
Ciervo en el Parque forestal Dyrehaven
Dyrehaven quiere decir en danés «parque de los ciervos», y es que la población predominante de estos 11km cuadrados de verde, son los ciervos y los gamos. Su historia se remonta a 1696, cuando el Rey Federico III ordenó vallar todo el perímetro del parque, para usarlo como coto de caza privada. Varias generaciones más tarde, se decidió abrir al público, tal y como se ha mantenido hasta ahora. Su belleza le otorgó el titulo de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco el pasado año 2015.
Bellevue Strand
Justo a la salida de la estación de tren y en frente del parque de los ciervos, se encuentra la Playa de Bellevue. Era la playa de arena más famosa de la capital hasta la inauguración de Amager Beach Park. Aun así, sigue atrayendo a miles de visitantes al año. Destacan sus características torres salvavidas, pintadas a rayas azules y blancas, lo que le da al paisaje un toque caricaturesco.
Hillerød
Situada también al norte de Copenahgue, la ciudad de Hillerød es principalmente conocida por su castillo y los impresionantes jardines que lo acompañan.
- Cómo llegar: Desde Nørreport, coger el S-train dirección Lyngby St. (Línea E). Hacer trasbordo en Lyngby St. y coger el S-train dirección Hillerød St. (Línea A).
El Castillo de Frederiksborg
Castillo de Frederiksborg
Este actual Museo de Historia Nacional, sirvió en su tiempo como residencia de la familia real danesa. Un complejo construido sobre tres pequeños islotes que impresiona por su magnitud reflejada en las aguas del lago sobre el que se encuentra. Anexionado al castillo, se encuentran sus impresionantes jardines de estilo barroco.
Aunque el castillo se cobra el protagonismo de la visita, pasear por el resto de la ciudad de Hillerød y admirar las vistas que ofrece, se plantea como plan perfecto para pasar el día.
Helsingør
Para continuar con nuestra guía «qué ver a los alrededores de Copenhague», nos vamos hasta la ciudad de Helsingør, considerada punto de referencia de la Isla de Zelanda. Con una geografía volcada al mar, esta pequeña ciudad marinera tiene una estrecha relación con su vecina sueca Helsingborg. Separada por solo unos kilómetros de mar, el paso de una ciudad a otra cuenta con la distancia más reducida del estrecho de Øresund, que separa Dinamarca de Suecia.
- Cómo llegar: Desde Nørreport coger el Re train (trenes de larga distancia) dirección Helsingør St.
Castillo de Hamlet (Kronborg)
El Castillo de Kronborg, mundialmente conocido como Castillo de Hamlet, debe su fama al propio Willian Shakespeare, quien decidió utilizarlo como escenario de su obra. Construido en 1585, es considerado una de las fortalezas renacentistas más importantes del norte de Europa.
La visita al exterior del castillo es más que suficiente para llevarte un buen sabor de boca. Enmarcado en la costa y rodeado de pequeñas colinas verdes con antiguos cañones, el paisaje te invita a fantasear con otra época. Además, desde una de sus torres se obtiene la mejor panorámica de la ciudad. El acceso es gratuito todos los días hasta las 15h.
Pero si tu sed de curiosidad va más allá, también podrás visitar sus salas interiores, entre las que se encuentran varias habitaciones reales, la iglesia o la armería.
Sur de Copenhague
Aunque el sur de la ciudad es menos conocido que el norte, en esta guía sobre que ver en los alrededores de Copenhague, te ofrezco algunos sitios igual de interesantes por visitar.
Amager
Esta isla, situada en el estrecho de Sund, se encuentra unida a Selandia por dos puentes, que en ciertas ocasiones se levantan para dejar pasar algun navío, provocando grandes colas de ciclistas y coches. En esta parte de la ciudad se encuentran famosos barrios de la capital como Island Brygge, Tårnby o Kastrup. Sin embargo, su mayor atractivo se encuentra en la gran playa de construcción artificial, Amagerstrand.
- Cómo llegar: Desde Nørreport coger el Metro hasta la estación de Amager Strand (M2).
Amager Strandpark
Considerada la playa más grande de Copenhague, este parque creado de manera artificial cuenta con un paseo marítimo, puerto deportivo, y una construcción de madera donde los bañistas se relajan y juegan en verano.
Amager Strand
Valby
Valby Parken
- Cómo llegar: Desde Nørreport coger el S-train dirección Køge St., bajar en Sjælør St. Desde aquí habrá que caminar un rato, lo más recomendable es ir con la bici en el tren (no supone coste adicional).
A poca distancia del centro de la ciudad, encontramos el distrito de Valby. Aunque por si mismo no cuenta con gran atractivo, en sus inmediaciones encontramos el parque más grande de Copenhague. Cuenta varios jardines temáticos en su interior, entre los que destaca un huerto de frutas, una rosaleda o el Jardín Oriental de Hans Christian Andersen.
Noroeste de Copenhague
Para terminar nuestra guía sobre «qué ver en los alrededores de Copenhague», nos vamos hasta Roskilde, la famosa ciudad del festival situada al noreste de la capital.
Roskilde
A tan solo media hora del centro, nos topamos con la ciudad vikinga de Roskilde. Capital de Dinamarca en el S.XI, Roskilde contaba en su tiempo con grandes palacios e iglesias, pero los incontables incendios y el paso de los años, poco han dejado de estos recuerdos. No obstante, la actual Roskilde se rige como una ciudad moderna en la que destaca sobre todo su Catedral.
Catedral de Roskilde
Además, Roskilde es conocida entre daneses e internacionales por su festival de música, celebrado cada año a principios del verano.
- Cómo llegar: Desde Nørreport, coger el Re train (trenes de larga distancia) dirección Kalundborg St., bajar en Roskilde St.
Catedral de Roskilde
Ubicada en pleno centro, la catedral ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad, y se erige como el gran símbolo de la ciudad. Su fachada de ladrillo y el tamaño de la edificación, resurgen a través de pequeñas casas bajas que se extienden por toda la ciudad. En su interior, están enterrados los miembros de la familia real. Merece la pena tanto la visita a su interior como el paseo por sus alrededores.
Museo de barcos Vikingos
El segundo gran atractivo de Roskilde es su Museo de Barcos Vikingos. Alejándose de la ciudad y cerca del fiordo, el moderno edificio alberga los cascos de cinco barcos vikingos del siglo XI, que fueron localizados en el fiordo de la ciudad y fueron reflotados en los años 60.
Para visitar este museo hay que ir con la imaginación a tope de batería, ya que los barcos son cascos reales,por lo que están muy deteriorados y pueden decepcionar a aquellos que esperan encontrarse los navíos en todo su esplendor. No obstante, en el exterior se puede disfrutar de las réplicas construidas posteriormente e incluso asistir al proceso de fabricación de una de ellas.
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