Comer en Lisboa será una experiencia inolvidable ya que es uno de esos destinos en los que la gastronomía es un “must”. Si visitas la capital portuguesa, sin duda disfrutaras de una inolvidable experiencia gastronómica ya que ofrece una gran variedad de sabores con una cocina cada vez más reconocida fuera de sus fronteras. Parte integrante de la dieta mediterránea, degustarás siempre productos frescos y naturales de gran sabor y sobre todo basado en una cocina muy tradicional. En Lisboa podrás encontrar todos estos platos aunque si prefieres degustar un plato a la orilla del mar puedes encontrar información sobre playas cerca de Lisboa aquí.
¿A que suena bien? Pues lo mejor es que además en Lisboa podrás encontrar opciones para todos los bolsillos, desde restaurantes con Estrella Michelin, hasta populares casas de comidas y tascas donde probar suculentos platos por muy poco dinero. ¿Se te está haciendo la boca agua? Pues sigue leyendo y encontrarás unas recomendaciones sobre 11 cosas que debes probar en Lisboa.
Índice
Comer bacalao
El bacalao es la base de la cocina portuguesa y acompaña las mesas desde los días de fiesta con recetas más sofisticadas hasta los menús del día con platos más populares. El rey de las recetas es el Bacalhau à Brás, conocido en España como Bacalao Dorado, cocinado en revuelto de huevos y patatas paja, un plato sencillo, untuoso y delicioso. Dicen los portugueses que hay más de 365 formas de cocinar el bacalao, una para cada día del año. Muchas de estas recetas presentan el pescado cocinado con diferentes salsas y acompañamientos. Si no eres muy de comer pescado, no te preocupes. Prueba el Bacalhau com Natas, una especie de lasaña hecha de bacalao, patatas, bechamel y queso, ¡te encantará!
Degustar unas sardinas
¡Encontrarás sardinas por todas partes en Lisboa! Las sardinhas assadas son quizás el plato más popular que se suele comer en los barrios más castizos de Lisboa y de hecho durante las celebración de los Santos Populares que son las fiestas tradicionales de Lisboa, se organizan verbenas en cada barrio donde se toca música tradicional, se asan sardinas y se bebe vino. Paseando por Lisboa encontraremos pequeñas “churrasqueiras” o mini barbacoas en las puertas de algunas casas ya que es un plato que se cocina a diario en hogares humildes.
Probar una cataplana
Este es un plato típico de la zona del Algarve, la región sur de Portugal y destino veraniego de playa por excelencia, pero es posible comer una cataplana en Lisboa y si te gusta el marisco, este plato te encantará. El nombre viene del recipiente en el que se cocina, una especie de wok doble de cobre que se cierra herméticamente para su cocción y hace que el marisco, la verdura y la patata se cocinen en sus jugos.
El arroz
Este cereal es la base de algunos de los platos más apreciados por los portugueses y a diferencia de en España, suele cocinarse en olla y presentar una consistencia más caldosa. Además, suele aparecer en platos combinados como guarnición, cocido y blanco. Principalmente se cocina con marisco, pulpo o pato, este último se gratina al horno una vez cocinado. Si te gusta el arroz no debes perderte estos platos, te sorprenderán por su sabor.
El pulpo
Dicen que ningún portugués vive a más de hora y media del mar y cuentan con casi mil kilómetros de costa. Por ello, tienen una gran industria pesquera con abundancia de productos del mar frescos y a buen precio. Por ello, comer el fruto del mar en Lisboa es obligatorio. Otro gran protagonista traído del mar a la mesa es el pulpo, cuya receta más famosa es el Polvo à Lagareiro. Te encantará su sabor y textura ya que además de cocido está horneado por lo que tiene una deliciosa textura crujiente por fuera y blanda por dentro. Se suele acompañar con batata à murro primas de nuestras papas arrugadas y un generoso chorro de aceite de oliva virgen portugués, entre los mejores del mundo.
Platos de carne
Aunque Portugal sea conocido por su pescado, es también un país repleto de sierras en cuyas aldeas se han perpetuado las tradicionales recetas de carne a la brasa que a los portugueses les encanta. Típico del norte es el Leitão da Bairrada, un plato de cochinillo o lechón que desata pasiones. De la zona del Alentejo, tierra de enormes campos de cultivo y dehesas, el Porco à Alentejana es un plato a base de carne de cerdo guisada curiosamente cocinado con almejas y de un sabor sorprendente. De la zona del Miño, en el límite con Galicia, son las Alheiras, unas salchichas hechas de carne de matanza y que viene en diferentes sabores y suele comerse acompañada de arroz y patata. En Lisboa, comer estos platos puede ser una experiencia en sus respectivas casas regionales como la Casa do Alentejo o la Casa do Concelho do Ponte de Lima.
Las sopas
Te sorprenderá ver a los lisboetas tomar sopas a todas horas, incluso en verano. Para la gastronomía portuguesa sería el equivalente de nuestros guisos. La sopa es una base fundamental de las comidas en Portugal y se toma a veces como entrante y a otras como tentempié a menudo acompañado por una folhado o una bifana. Suelen ser espesas y están hechas de todo tipo de verduras, a veces legumbre, carne o pescado. Es muy barata y sientan de maravilla. La más portuguesa de las sopas es el caldo verde hecho a base de patata, grelos y chorizo. La sopa de legumes a base de verduras variadas la encontrarás en casi todos los menús del día. Ya sabes, si te pilla la hora de comer en Lisboa y no tienes tienes tiempo, una sopa y un folhado en la barra de un bar es la típica comida rápida local.
Los snacks
Recorriendo las calles de Lisboa te toparás con una pastelaria casi en cada esquina y aunque los portugueses son grandes consumidores de pasteles, son más bien cafeterías donde también se pueden tomar otro tipo de bocados ligeros. Podrás encontrar platos combinados, bocadillos (sandes) o sandwiches tostados (tostas). El bocadillo por antonomasia es la bifana, un bollito de pan tierno con un filete de ternera y una salsa especial del que se elaboran incluso rankings de la mejor bifana de Lisboa.
Los folhados, pastas saladas de hojaldre, se toman a menudo como desayuno, merienda o tentempié. De igual modo, los salgados, una variedad de croquetas, empanadillas y otros pequeños bocados, se consumen mucho acompañados de un café o una cerveza.
Quesos y embutidos
Al igual que otros países mediterráneos, Portugal tiene una enorme variedad de quesos y embutidos de gran calidad que no debes perderte. El Queijo da Serra, un queso tierno y cremoso que se toma untado en pan, es un manjar. Los quesos frescos, sobre todo si se compran en el mercado, tienen un sabor intenso y natural.
Portugal destaca también por su presunto, un jamón curado que nada tiene que envidiar al de sus vecinos ibéricos.
Postres
El protagonista absoluto de las pastelerías lisboetas es el pastel de Belém o pastel de nata, unas tartaletas de huevo en una masa crujiente que si se toma recién hecha se deshacen en la boca. Las puedes encontrar en cualquier esquina pero para probar lo más auténtico deberás coger el tranvía hasta el barrio lisboeta de Belém y degustarlos en la fábrica más auténtica donde podrás observar su elaboración a través de un cristal. Dicen que allí se guarda el secreto de la receta original que inventaron unos frailes hace siglos. Desde luego los pasteles y el lugar son toda una experiencia.
Además, los restaurantes lisboetas siempre ofrecen postres caseros y si te gusta el dulce, te van a encantar. Los más deliciosos son la baba de camelo a base de dulce de leche, el leite creme o flan portugués o el bolo de bolachas, una tarta de galletas muy gustosa.
Bebidas
Las bebidas también tienen un lugar importante en esta lista ya que en Lisboa podrás encontrar caldos muy únicos que te sorprenderán. El licor más típico lisboeta es la ginginha, una aguardiente a base de cerezas (ginja) que aún se puede degustar en unas tabernas muy antiguas alrededor de la Praça de Restauradores donde te la servirán un vasito de plástico en su pintoresco y antiguo local. Una versión más reciente es servirla en un vaso de chupito de chocolate que se come al final.
Portugal es sin duda tierra de vinos y prueba de ello es la enorme variedad de denominaciones de origen con la que cuentan para un país de su tamaño. Además del archiconocido vino de Oporto, que aquí se llama porto, encontrarás unos tintos increíbles como los de Borba o Dão y unos blancos frescos y ligeros de entre los cuales destaca el vinho verde. Este vino, que no es de color verde, se produce en la región del Minho y es muy popular entre los lisboetas por su ligereza y sus casi imperceptibles burbujas. Bien frío es un compañero perfecto para platos de pescado o marisco. Una buena marca es Casal Garcia.
No podemos olvidar el café, ya que Portugal es un importante productor de esta bebida y los lisboetas grandes consumidores de ella. Es un café con mucho cuerpo y sabor que se suele tomar solo, para lo que has de pedir uma bica o cortado o café pingado o café. Las más famosas marcas son Delta, Camelo o Nicola, todas de excelente calidad. Comer en Lisboa sin un café para rematar la faena no es comer.
Así que, ¡a comer se ha dicho!, no olvides probar todas estas exquisiteces en tu viaje a Lisboa, ¡no te defraudarán!
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